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La exitosa primera fiesta de la nueva etapa de Ritual Cvlt Bcn reunió a finales de noviembre en la Sala Hangar de Barcelona a Mark Cunningham, cofundador del grupo de lo setenta Mars; los barceloneses Obsidian Kingdom, quienes protagonizaron junto al primero un hipnótico drone set; y la enigmática cantante y compositora Jarboe. Juntos hablaron entre ellos y con los asistentes acerca de temas como la No Wave, el Nueva York de principios de los ochenta, la banda que le cambió la vida, Swans; y su colaboración y sintonía con Neurosis. A continuación tienes la conversación íntegra.
Disponible también en inglés en www.ritualcvltbcn.com.
Puedes leer la crónica de los conciertos posteriores en Mondo Sonoro.
Fotos: Ideophony.
David Sabaté (Goliath Is Dead): Jarboe y Mark, ¿cómo os conocisteis?
Jarboe: Cuando fui por primera vez a Nueva York en 1984, Mark fue la primera persona a la que Michael (Gira) me presentó.
Mark Cunningham: Pues no me acordaba yo de eso…
Jarboe: (ríe) Ya sé que no… Creo que fue en St. Mark’s Bookshop o algo así. Sí, estoy bastante segura de que fue en St. Mark’s Books, en su ubicación original.
Mark: Ah sí, estuve trabajando allí.
Jarboe: Lo sé; trabajabas allí y yo estaba viviendo allí, nos presentaron y yo me emocioné mucho.
Rider G Omega (Obsidian Kingdom): ¿Habías oído hablar de Mark antes de mudarte a Nueva York?
Jarboe: Oh sí, lo sabía todo de todos los artistas que vivían allí en aquel momento. Estaba muy, muy emocionada.
RGO: ¿Asististe a algún concierto de Mars?
Jarboe: Creo que no, no. ¿Tocasteis en The Kitchen, Mark?
Mark: No, eso fue antes… Tocamos en The Kitchen en el 78.
David: Entonces, ¿podemos decir que Mars fueron una influencia para ti, Jarboe?
Jarboe: Bueno, todo lo que estaba pasando en Nueva York en aquel momento me influenció.
Mark: Mars tan sólo era otra pieza más dentro del rompecabezas de la escena No Wave.
Jarboe: Sí. Mars, DNA, Lydia (Lunch), Jim (Chance and the Contortions)… Había todo esta movida en marcha en aquel momento, y yo quería pertenecer a ella. Hice las maletas y… que sea lo que Dios quiera.
RGO: ¿Dónde estabas tú entonces, Peter?
Peter Emerson Williams: En aquel momento yo todavía vivía en Noruega, todavía estaba en la Universidad. Tocando riffs de Metal con gente de mi edad, supongo…
RGO: Yo casi no había nacido, no te preocupes. Hace poco escuché el primer LP de Mars y me chocó mucho… ¡Era casi todo pedos y gritos!
Jarboe: Era muy visceral, muy directo.
RGO: Estoy de acuerdo, y desde luego pudo ver una cierta relación entre ese estilo y el de Sonic Youth, por ejemplo… ¿Cómo y cuándo terminó la No Wave?
Mark: Nunca terminó, tan solo mutó. La escena en Nueva York nunca deja de mutar. En aquel momento, un montón de música Dance estaba empezando a pegar fuerte, de manera que empezaron a abrir muchos locales que estaban orientados hacia ese estilo. Así que lo que nosotros hacíamos dejó de ser el centro de la escena en aquel momento. Y luego volvió a cambiar, cuando empezaron Swans, junto con una nueva hornada de bandas que nacieron en los ochenta…
RGO: He leído que la No Wave tuvo una relación directa con la crisis económica internacional de aquel momento. Ahora mismo tenemos otra encima, y de alguna manera creo que hay alguna relación entre la visceralidad de la escena musical y la precariedad de la situación económica internacional. ¿Estáis de acuerdo?
Mark: Creo que las crisis hacen que uno tenga que confiar más en sí mismo. Creo que, en aquel momento, Nueva York era una ciudad pobre y eso molaba, porque nos las apañábamos con poco. Y nos sentíamos muy libres en ese sentido, no sentíamos ningún tipo de presión económica. Es muy diferente a lo que está pasando ahora. Pero creo que lo que sí se ha repetido es la idea de hacer las cosas uno mismo. Hazlo tú mismo. Si quieres empezar una banda, empieza una banda.
Peter: Estas cosas son cíclicas, exactamente igual que lo es la economía. Cuando la economía es fuerte y existe una estructura social resistente, apuntalada por la clase media… el arte tiene más que ver con ir en contra de eso; pero cuando hay una crisis económica, las estructuras y las rutinas se disuelven, y esa incertidumbre da luz a cosas que van más allá de la mera reacción contra el sistema.
Jarboe: Se convierte en algo mucho más creativo.
Peter: Sí.
Jarboe: Yo no vi nada de esto… (Ríe) La economía no tuvo nada que ver con el hecho de que fuera a Nueva York, lo hice sólo por razones artísticas. Tenía una colección de música compuesta por tres mil álbumes en la que oí a muchas bandas seminales como Einstürzende Neubauten, Swans y White House. Y sentí que estas bandas estaban creando un sonido que nunca antes había oído, algo muy distinto, y me sentí muy atraída hacia todo lo que vi, especialmente al aspecto muscular de Swans. En aquel momento yo era culturista y boxeadora de Bondi, una auténtica central eléctrica, y me sentía muy atraída hacia el carácter físico de la música; levantaba pesas al ritmo del álbum “Filth”. Swans estaban haciendo algo que no hacía nadie más, y aquella lentitud y poder y fango eran los estímulos a los que mi cuerpo respondía, y por eso necesitaba formar parte de ello. Para mí, lo importante era el aspecto artístico de lo que estaban haciendo, y ninguna otra cosa. Creo que Michael estaba buscando crear un sonido distinto y rompedor. Swans eran unos marginados, todavía son unos marginados. Han influenciado a un montón de grupos pero no forman parte de ninguna escena ni de ningún sonido, son aislacionistas. Para mí, se trataba de haber oído algo que captó mi atención y que provocó que me interesara de nuevo por hacer música. Vivir en Nueva York era genial; vivíamos en una trastienda de la Avenida 93 B, pero el precio que pagábamos por vivir allí, aunque fuera extremadamente barato, era jugarnos la vida cada vez que salíamos por la puerta.
Jarboe: Teníamos una puerta de acero macizo con un cerrojo policial y toda clase de cerraduras de seguridad, e incluso una señal que rezaba “Muerte en el exterior, cierra la puerta” y cada día pisábamos jeringuillas usadas de adictos a la heroína y charcos de orina; era un vecindario muy chungo con casa demolidas y edificios calcinados.
RGO: De manera que sí percibiste esta pobreza sobre la que he leído, aunque no tuviera nada que ver con el motivo por el cual te mudaste a Nueva York.
Jarboe: Bueno, los artistas vivían en el East Village porque no podían permitirse otra cosa, y el aspecto económico de este hecho es que estaban todos allí, por eso era el barrio de Manhattan donde más te jugabas el pellejo. Cuando me mudé a Nueva York, los taxis no se atrevían a ir a la Avenida A. Así que nosotros vivíamos en la B. (ríe) Un día, Michael me dijo: “Chica, cuando salgas por la puerta, ve hacia la derecha; porque si un día vas a la izquierda hacia la Avenida C, no te volveremos a ver nunca más”. Pero lo que me llevó allí y me conminó a abandonar a mi marido y a mi madre y toda mi vida, fue su sonido. Su sonido me ponía a cien. Y lo hice todo para que me aceptaran: hice de pipa, acarreé el equipo, repartí panfletos y trabajé muy duro para mi audición. Compré un bajo – que luego Michael sustituyó por un sampler -; pasé por todos los aros que me pusieron y cuando finalmente me uní al grupo, me dijeron “Vale, ahora ya eres uno de nosotros, así que lleva tu propio equipo”. Me endurecí. No había ningún tipo de tratamiento especial para señoritas, yo era una más entre los muchachos. Y eso me cambió para siempre.
RGO: ¿Cómo fue tu Bautismo de Fuego, si puedo preguntarlo?
Jarboe: Bueno, Swans eran muy ruidosos… Incluso nos pusieron una multa porque cuando ensayábamos, alcanzábamos el nivel de sonido de un avión a reacción en pleno despegue.
Mark: Swans es la banda más ruidosa que he oído en toda mi vida.
Jarboe: Cuando me puse a tocar mi primera canción con ellos en el garaje, les volé los sesos. Yo era incluso más ruidosa que ellos y Norman flipaba. Así que al acabar, me fui y votaron…
RGO: … ¡a favor! (ríe)
Jarboe: Desde luego, fue unánime. Porque tenía que ser dura, ¿sabes? Sé fuerte, sé duro, trabaja tus músculos; parafraseando a Michael Gira. Fue muy estimulante, pero me gustaría poneros en antecedentes: yo venía de una situación muy privilegiada, de un matrimonio tradicional con un marido empresario, vivía en un bello bloque de apartamentos y tenía un palco propio en el Alice Tully Hall desde donde veía cada semana ópera y ballet. Y viniendo de ese contexto fui a parar a los barrios bajos de la escena neoyorquina. De modo que es muy diferente del caso de cualquiera que no tuviera ese trasfondo. Y habiendo dicho esto, sabed que Michael también provenía de un entorno similar: venía de una situación privilegiada, se había graduado en Bellas Artes y se mudó a Nueva York. Y la gente que viene del mundo del arte lo hace porque puede permitírselo económicamente, está en una situación en la que puede permitirse cursar estudios artísticos en vez de ser, que sé yo, fontanero. Así que Michael decidió ir allí y trabajar en la construcción y en empresas de demolición; llevó a cabo trabajo físico muy duro sólo para poder ser un artista en el East Village. Y eso es lo que vi allí, todos tenían diplomas en Bellas Artes pero se estaban dejando la piel a cambio de la posibilidad de ser artistas.
Mark: Parte de toda aquella explosión que tuvo lugar en los setenta y en los ochenta se produjo porque Nueva York era barato y era un imán. Toda la gente que había ido a escuelas de Arte en los sesenta y los setenta se concentró en Nueva York al acabar sus estudios. Al menos, los que fueron lo suficientemente fuertes como para…
Jarboe: … ¡como para soportarlo! Para dar el paso y sobrevivir a la situación de aquel momento, que era brutal.
Mark: Sí, eso es lo que causó toda aquella actividad allí arriba.
Jarboe: Ciertamente.
Peter: Es casi como Siddhartha, cuando ve el mundo exterior y decide dejarlo todo detrás de sí. Y no importa de dónde provengas, porque el proceso cambiará tu identidad, cambiará la forma en la que percibes el mundo, y tus valores cambian en el mismo momento en que decides dar ese paso.
RGO: ¿Viviste algo similar en Noruega, Peter, quizá durante el auge del Black Metal?
Peter: Bueno, yo ya estaba en Estados Unidos cuando todo aquello empezó; Mayhem empezaron justo cuando yo me marché. Ése fue el momento en que se plantaron las semillas del movimiento. Noruega era entonces una sociedad constituida mayormente por clase media, y el Black Metal se rebelaba contra todos esos valores, peleaba contra ese entorno tan seguro, contra ese estilo de vida tan confortable. Y generó un montón de caos.
RGO: ¡Algo oímos por aquí de eso!
Peter: En muchos aspectos, es casi como si las tensiones propias de una mitología primigenia se arrastraran de vuelta a la realidad a través de las psiques de aquellos individuos, a través de sus acciones y de su arte; como algo que hubiera permanecido enterrado durante mucho tiempo y de repente resurgiera. Durante aquella explosión inicial, me puse en contacto con muchas de esas personas, y la mayoría se sorprendían de que pudiera comunicarme con ellos en noruego. El sonido de aquel momento era crudo y muy primitivo, tenía un espíritu muy similar al de las Viejas grabaciones de Blues de Robert Johnson pero, a la vez, lo que se estaba haciendo era muy vanguardista; las estructuras de las canciones y los cambios tenían algo que me interesaba mucho.
David: Jarboe, ¿cómo recuerdas tu colaboración con Neurosis, y qué aprendisteis a través de ella los unos de los otros?
Jarboe: Ya sabíamos los unos de los otros mucho antes de poder conocernos en persona, y cuando nos encontramos hubo una conexión totalmente fraternal, realmente como si fuéramos hermanos. Nos entendimos al instante, y habíamos estado muchos años escribiéndonos – porque ellos siempre estaban de gira, en la carretera – para provocar ese encuentro. Diría que, ahora mismo, aparte de los “nuevos” Swans, Neurosis es la única banda con la que me siento yo misma; me sentía como en casa cuanto actuaba con ellos. No son una banda de Metal al uso, crean un muro de sonido orquestado con la cualidad visceral de la música Metal, exactamente igual que hacen Swans. Entregué mi corazón a ese proyecto; las canciones que grabamos, las saqué de mi experiencia personal: una canción sobre mi madre, otra sobre la cirugía del tumor cerebral de mi padre, escribí sobre mi vida, mi vida real. Y cuando actuábamos, todo era completamente genuino, porque surgía de un lugar de tremenda integridad, supongo; sin ningún tipo de artificio. Me encanta tocar con ellos. De hecho, la primera vez que me subí a un escenario con ellos, volví a sentir esa descarga eléctrica zumbando a través de mi cuerpo; eso es lo que hizo que volviera a interesarme por la música Rock, por hacer un Rock con tintes más Metal.
Miembro de la audiencia: Mark, durante la grabación de «No New York«, ¿trabajaste con Brian Eno directamente?
Mark: Sí.
Miembro de la audiencia: Porque siempre me ha parecido una combinación de lo más extraña: la escena lo-fi de Nueva York con el carácter perfeccionista de él.
Mark: Bueno, él siempre ha sido alguien con una especie de antena para las cosas rompedoras, para todo aquello que va a tener repercusión en el futuro. Cuando vino a vernos, ya estaba viviendo en la ciudad en aquel momento. Estaba husmeando por ahí, y no sé cómo dio con nosotros, pero el caso es que lo hizo.
Miembro de la audiencia: ¿Fue él el que os contactó?
Mark: Sí. Fue él. Y nosotros sabíamos quién era. (Sonríe) Estábamos un poco sorprendidos al principio, pero la verdad es que acabamos llevándonos muy bien; teníamos mucho en común, otros intereses comunes como la música étnica, por ejemplo. La música africana y ese tipo de cosas también supusieron una gran influencia para Mars. Durante la grabación, básicamente nos dejó a nuestro aire; quería grabarnos tal y como éramos.
Miembro de la audiencia: Pero si es un perfeccionista técnico…
Mark: Sí que lo es, pero no formaba parte de nuestra banda. No quería interferir. Quería captar la auténtica esencia del asunto. Algunas de las bandas no quedaron tan satisfechas, pero nosotros estuvimos muy contentos con el resultado.
Miembro de la audiencia: Pero la colaboración no llegó a más…
Mark: No, no. Nos mantuvimos en contacto, siempre que venía a la ciudad nos veíamos, pero musicalmente hablando, no; nuestra colaboración se limitó a aquella grabación y a la mezcla de la misma.
Crónica de los conciertos posteriores en Mondo Sonoro.
Versión en inglés de este reportaje en www.ritualcvltbcn.com.