La arriesgada e hipnótica «Berberian Sound Studio» revisita el giallo desde un estudio de sonido; Marçal Forés debuta con la entrañable «Animals«; «Seven Psychopaths» reúne a un gran reparto de Hollywood y «The ABC’s of Death» muestra en 26 cortos un bizarro, variopinto y desigual decálogo de maneras de morir.
Berberian Sound Studio
Afirmar que un film como “Berberian Sound Studio” resulta lento, incomprensible o insustancial es no haber entendido nada. Estamos ante una propuesta diferente, aunque precisamente por ello igual o incluso más conocedora de los mecanismos del género que otras apuestas más convencionales. El film sigue la evolución de un especialista en efectos de sonido –un gran Toby Jones- que trabaja por primera vez en la sonorización de una película de terror (concretamente un giallo), proceso inquietante que pronto empezará a afectar sus sentidos.
Una mera excusa para tejer un hipnótico y apasionante ejercicio de cine dentro del cine con ecos de Lynch, Kafka e incluso de “Arrebato”, de Iván Zulueta, y con una banda sonora a cargo de Broadcast con trazos electrónicos en sintonía con el Scott Walker más experimental y el vanguardismo industrial. Una genuina declaración de amor al celuloide y al proceso que lo hacía posible en la era predigital. Detallista y tan clásica como radical desde los excelentes títulos de crédito.
Animals
Tras dos destacados cortos, Marçal Forés, realizador surgido de la cantera de l’ESCAC, retrata en su debut en el largometraje el tema universal del paso de la adolescencia a la madurez. Y lo hace con un planteamiento original y un tratamiento y sensibilidad especiales.
Muchos de sus planos poseen un aura extraña, cuasi mágica, y no sólo por el amigo ¿imaginario? del protagonista, un animado oso de peluche amarillo que se convierte a menudo en su sombra; también por un background propio marcado por vinilos, ensayos musicales en el garaje, viñetas y canciones chispeantes. No resultan descabelladas algunas afirmaciones que definen “Animals” como nuestra “Donnie Darko”. Un prometedor comienzo.
Seven Psychopaths
Thriller y comedia se dan la mano en este via crucis creativo de un guionista que prepara un argumento sobre los siete psicópatas del título –léase mafiosos que echan de menos a sus mascotas, asesinos de asesinos e incluso un promiscuo cura con pistola decidido a vengar la guerra de Vietnam-.
La cinta, a cargo de Martin McDonagh (“Escondidos en Brujas”), muestra una galería de personajes y una narrativa que remiten tanto a Tarantino como al cine de Guy Richie, acentuando su sentido del humor con destellos de absurdidad a lo Quentin Dupieux; de hecho, aquí los perros tienen tanto protagonismo como en la última cinta del francés, “Wrong”, vista también en Sitges (pueden leer la crítica aquí).
Una película entretenida, sin más, en la que sobresale un reparto encabezado por Colin Farrel y Sam Rockwell, aunque las interpretaciones de sus secundarios se los coman con patatas: Woody Harrelson, un siempre intachable Christopher Walken y un inquietante Tom Waits.
The ABC’s of Death
26 cortos alrededor de la muerte a cargo de 26 realizadores internacionales dispares y con libertad creativa absoluta. Si decimos que unos seis son bastante buenos y que del resto, una decena no pasan la criba y los demás lo consiguen a duras penas o bien fracasan, pueden sacar sus propias conclusiones.
Divertido y costumbrista el de Nacho Vigalondo; efectivo y con cámara en mano el de Ben Wheatley; brutales los titulados “Libido”, “Dogfight” y el dedicado a un retrete asesino en stop motion; esteticista y cronenbergiano “Orgasmo”; y demenciales las tres aportaciones orientales. Pese a disfrutarse de forma intermitente, el resultado, cuyo planteamiento presagiaba un muestrario más potente, resulta inevitablemente reiterativo, inconnexo e infinitamente imperfecto.