Deathcrusher Tour: Carcass + Napalm Death + Obituary + Voivod + Herod. 22-11-2015- Razmatazz 2 (Barcelona). Promotor: HFMN Crew
El pasado 29 de noviembre, el Deathcrusher Tour tocaba a su fin. Era la última cita para degustar un menú 5 estrellas: bandas de la talla de Carcass, Obituary, Napalm Death y Voivod se unían en un solo cartel para triturar de pleno a los casi dos mil asistentes que se congregaron en la barcelonesa sala Razzmatazz 2.
Sold out y tremendas expectativas por formar parte de una fecha que apuntaba ser uno de los directos del año. Tras un maratoniano tour de 34 actuaciones muy consecutivas, una de las giras más esperadas llegaba a la ciudad condal.
Calentaba la sala el sludge progresivo de los suizos Herod, notablemente influenciados por Breach, The Chariot o Cult of Luna. Con un Razz casi lleno, se hicieron con el escenario los incombustibles Voivod. Los canadienses repasaron clásicos de su discografía, dando el pistoletazo de salida a su trepidante descarga con ‘Ripping Headaches’, para descolocar a más de uno con su mezcla de trash y progresivo.
Entre los momentos más destacables, que “Blacky” cediera su bajo a Jeff Walker, frontman de Carcass, en ‘The Prow’, el penúltimo tema; ‘Forever Mountain’, editado junto a uno de sus compañeros de escenario, Napalm Death; y el punto final finalizar una puesta en escena breve pero intensa con la legendaria ‘Voivod’ de su primer trabajo.
Era el turno de los considerados padres del género grindcore. Sala a rebentar para volver a ver a la apisonadora sónica de Birmingham, los asiduos a nuestros escenarios Napalm Death. A pesar de que Harris sigue de baja, y que su sustituto a las cuerdas no acabó de convencer a todo el mundo, Barney se dejó la piel desde el primer minuto, atizando numerosos moshpit que se retroalimentaban sin cesar.
Desgranaron muchos temas de su último trabajo, Apex Predator – Easy Meat, aunque se llevaron la ovación con clásicos de la talla de ‘Suffer the Children’, ‘Silence is Deafening’, ‘Scum’ o su coreada versión de los Dead Kennedys ‘Nazi Punk Fuck Off’.
Para Obituary, una imagen: headbanging en comunión. Y un trono, el de esa noche. Enormes los de Florida: death metal sin aditivos, artillería pesada directa a la yugular, riffs pantanosos. Sonido impecable desde las primeras descargas del repertorio: tras el preludio con la instrumental ‘Redneck Stomp’, se estrenaron con dos temas de su último disco, Inkeed In Blood, con las aplastantes ‘Centuries of Lies’ y ‘Visions in my Head’.
Mantuvieron el ritmo al máximo nivel con ‘Dying’ y ‘Find the Arise’, de su brutal segundo trabajo, Cause of Death. Hubo tiempo también para desollar nota a nota grandes clásicos de uno de los pilares del death metal: con ‘Intoxicated’, ‘Bloodsoaked’ o ‘Til Death’, de su primer álbum Slowly We Rot, recordamos temas que nos han acompañado durante muchos años.
Grata sorpresa al escuchar a Tardy entonar las primeras notas de ‘Don’t Care’, de su cuarto trabajo World Demise, y la que se llevó el guitarrista Kenny Andrews al ser felicitado por su compañero a las cuerdas, Trevor Peres, entonándole el cumpleaños feliz. Con el himno que da nombre a su disco primigenio, ‘Slowly We Rot’, cerraron tan aplastante e impecable setlist.
Se había anunciado que, junto a esta potente alineación, actuarían también Absolute Power, uniéndose miembros de todas las bandas en un concierto junto a un artista reconocido a la voz. El intento fallido desconcertó a muchos de los asistentes, con Simon Efemey, productor de bandas como Napalm Death o Paradise Lost, interpretando a la voz el tema de heavy metal ‘Land of Steel’. Nos quedamos con las ganas de que la “aparición especial” hubiera sido la de Papa Emeritus III, vocalista de Ghost, cuyos miembros, se rumoreaba, se encontraban en la sala.
Tras un largo cuarto de hora, era el turno de los cabezas de cartel, los míticos Carcass. Los de Liverpool, considerados precursores del grindcore junto a sus compañeros Napalm Death, son una referencia del metal extremo. Enorme expectación para ver a los ingleses presentando Surgical Steel tras 17 años de silencio creativo.
Nada más arrancar, con la colosal intro que abre su último trabajo, ‘1985’, pudimos comprobar que el carismático Jeff Walker se encontraba en plena forma desgranando ‘Unfit for Human Consumption’. De su último disco fue buena parte del repertorio escogido por la banda: ‘Cadaver Pouch Conveyor System’, ‘The Granulating Dark Satanic Mills’, ‘Captive Bolt Pistol’ o ‘Mount of Execution’, uno de los dos bises.
También consiguieron ponernos nostálgicos con su primera incursión en su legendario Heartwork, ‘Buried Dreams’. La habitual ironía de Walker salió a relucir cuando pidió perdón por haber provocado el origen de bandas de death metal melódico suecas antes de volver a la carga con otro de sus clásicos, ‘This Mortal Coil’.
Destacaron también en su devastador set ‘Exhume to Consume’ o ‘Reek of Putrefaction’, pertenecientes a su etapa más grindcore, cuando editaron Symphonies of Sickness. Broche final con ‘Heartwork’, para rematar una noche de genuino death metal.
Escuchando los comentarios al salir de la sala, podríamos hablar de empate técnico entre los cabezas de cartel y Obituary. Tanto por el sonido como por la puesta en escena, la balanza se decanta, para nosotros, por estos últimos, siendo toda la velada digna de recuerdo y una sesión que pasará a engrosar la lista de conciertos del año, en especial para aquellos que amamos el metal extremo.
Texto: Tamara G. Cisneros / Fotos: Eduard Tuset