Kvelertak. ‘Nattesferd’

Kvelertak. Nattesferd. Roadrunner Records

Uno de los aspectos que hizo tan atractiva la propuesta de los noruegos Kvelertak en el momento de su irrupción en la escena metal de hace poco más de un lustro era su fresca, urgente y sabia combinación de ingredientes: la aleación de black metal, hard rock, punk y hardcore de su sonido era ciertamente excitante y novedosa.

Ya en su segundo trabajo, Meir, los noruegos depuraron la fórmula para abandonar progresivamente su faceta más extrema y decantarse por caminos más rockeros y lúdicos: para entendernos, menos Mayhem y Darkthrone, y más Turbonegro, Andrew W.K. y Valient Thorr dotados de mayor crudeza cuando resulta necesario. Esta es precisamente la senda por la que discurre este Nattesferd, sin que eso signifique necesariamente nada dramático.

Cierto, ya no hay aquí sorpresas ni adrenalina desbocada (con la excepción de las huracanadas ‘Dendrofil for Yggdrasil’ y ‘Berserkr’, con algunos de los pocos blastbeats del disco y unos cambios de ritmo trabajados que remiten a su background extremo).

En su lugar encontramos ambición clásica, con guitarras a lo Van Halen en la sencilla pero memorable ‘1985’; ecos sabbathianos (la final ‘Nekrodamus’), coros casi pop (los del pegadizo tema título podrían ser de Fucked Up) y, ante todo, un apreciable intento por asentar un estilo ya indisociable a su nombre.

Una empresa con la que el sexteto de Stavanger logra facturar, de paso, otra retahíla de celebratorias piezas de hard-rock-punk de aristas metálicas y creciente poder para facturar himnos con los que brindar y recordar otras tantas noches de rock, cervezas y headbanging entre amigos.