‘Siempre hemos vivido en el castillo’, de Shirley Jackson

Siempre hemos vivido en el castillo. Shirley JacksonEsta novelita engaña. No supera las doscientas páginas y su escritura es liviana, sencilla, entra a la primera. Se lee fácil y relata una historia fascinante, la de dos niñas que viven con su tío demente y un gato aisladas del mundo en una casa. Tras las paredes de su hogar han construido un universo propio en el que no tiene cabida el mundo exterior. Pero esas paredes esconden un acontecimiento terrible y unos secretos que no se pueden verbalizar. Para Merricat, la (tramposa) narradora de la historia, es fundamental que persista su rutina, las bases de ese mundo que han construido con tanto esmero.

Esta novelita, tan ligera en apariencia, va construyendo una atmósfera incómoda, cargada de extrañeza que en seguida deja entrever que no hay que caer en la trampa de la ingenuidad de Merricat. Es una obra maestra del gótico que Shirley Jackson parió en 1962 y que ha sido el faro guía de muchos autores de género, incluido Stephen King, al que desde aquí reivindico. Shirley volcó en ella muchos de sus temores, como esa agorafobia que le impedía relacionarse con el mundo como Dios manda, por ejemplo.

En el subtexto también hay algo de reivindicación feminista. Pero eso solo si apetece estrujarse un poco el coco y leer entre líneas. Si lo que se busca es una lectura fascinante y adictiva, este es el libro. Un clásico y una obra maestra.

PVP CON IVA 17,50 €
NÚM. DE PÁGINAS 224
EDITORIAL Minúscula
PUBLICACIÓN 2012

Texto: Estela Cebrián