Sandino, el taxista ilustrado, melancólico, mujeriego y antihéroe de esta historia, no quiere volver a casa porque su mujer le ha dicho que quiere hablar con él. Por el tono, la frase precede una de esas conversaciones serias, definitivas. Sandino lo sabe. No tiene solución. Y por ello se entrega a una huída hacia adelante con el fin de postergar el regreso a su hogar, con tal de no afrontar la inevitable y tozuda realidad.
En su camino más largo hasta casa, con mucho de la Odisea de Homero, algo de Taxi Driver y de Marsé y otro tanto del propio Zanón, Sandino revive algunos de sus pasatiempos pretéritos y presentes –drogas, mentiras, sexo y deseo insaciable por definición– mientras medita sobre sus errores, sus faltas, sus amores perdidos, su familia… en definitiva, sobre su vida. En el trayecto sin frenos ni dirección prefijada se cruza incluso una anecdótica trama negra que le otorga al libro pinceladas de thriller, pero Taxi es otra cosa: el retrato de un taxista accidental que se siente superior a los demás pero no sabe conducir su propia existencia, que adora a The Clash y busca a ciegas la redención acelerando en sentido contrario.
También es la radiografía de Barcelona, o mejor dicho, de las muchas Barcelonas posibles, desde el barrio de Horta en el que se crió el protagonista, hasta la zona alta y sus amores (im)posibles –otra vez Marsé–, pasando por el jolgorio de los coloridos mercados municipales, la fauna del Puerto Olímpico y de los decadentes polígonos industriales –»Zombieland»– o locales nocturnos que a muchos os resultarán familiares como la sala Apolo o el Psycho Bar de Poble Sec. Una novela repleta de capas y aristas, noctámbula y absorbente, divertida y decadente, humana y visceral. Crisis y protestas gremiales aparte, nunca volverás a subir a un taxi con la misma mirada.
PVP CON IVA 20,00 €
NÚM. DE PÁGINAS 368
EDITORIAL Salamandra
PUBLICACIÓN 2017