Un hombre lobo que se arregla para asistir a Sitges; homenajes a Seven, El Resplandor o Star Trek; parodias de la alfombra roja de otros festivales; extraterrestres encasillados en el papel de… extraterrestres. Los anuncios del Festival de Cine Fantástico de Sitges combinan originalidad, sentido del humor y conocimiento del género. Hablamos con Rafa Antón de la agencia China, responsables de los spots de Sitges desde 2010.
El año pasado, el Festival de Cine Fantástico de Sitges cumplió 50 años y, una vez más, os encargasteis de su campaña de publicidad, centrada esta vez en sus fans. ¿Son los fans uno de los mayores activos del certamen?
Sin duda es lo que más llama la atención cuando uno visita Sitges por primera vez: este festival pertenece a sus fans. Y si alguien merecía un homenaje por estos 50 años son ellos. Así que, cuando supimos que esta edición estaba dedicada a la figura de Drácula, inmediatamente vimos el paralelismo claro que había entre el personaje de Bram Stoker y ese tipo de adicción que año tras año atrae a fans de todo el mundo en busca de su dosis de sangre en forma de cine fantástico o de terror.
¿Desde qué año te encargas de los anuncios del Festival de Cine de Sitges? Como colaboradores del festival, ¿cómo veis su evolución?
Empecé a trabajar para el festival en el 99 desde mi anterior agencia, Vitruvio-Leo Burnett, y esa colaboración ha continuado en China desde su lanzamiento en 2010. Al comienzo de nuestra relación hubo un tímido intento por parte de la organización de apostar estratégicamente por un festival abierto a otros géneros como forma de llegar aún a más gente. Pero desde entonces la apuesta por el fantástico se ha ido haciendo cada vez más clara, y creo que eso ha ayudado a convertirlo de manera indiscutible en el festival de referencia a nivel mundial dentro de la temática fantástica y de la ciencia ficción. Al final, como ocurre casi siempre en comunicación, cuanto más foco pones en algo, más fácil te resulta ocupar un territorio en la mente del público al que quieres llegar.
¿Cuando os realizan el encargo, os aportan ideas desde el propio festival?
Siempre hemos visto el trabajo para el Festival de Sitges como una oportunidad para la experimentación y para que los equipos creativos prueben cosas nuevas. Es un ejercicio de libertad creativa en el que, a diferencia de lo que suele ocurrir con la mayoría de anunciantes con los que una agencia de publicidad trabaja en el día a día, se valora mucho más el riesgo y la sorpresa. También es cierto que tienes la presión de hablar a un público con una cultura audiovisual extraordinaria, por lo que no solo debes buscar una buena idea, sino intentar en la medida de lo posible que esa idea se pueda contar con calidad cinematográfica y valores de producción. De ahí que muchos de esos anuncios se muevan a veces dentro de los códigos del género. Todo esto supone un reto para las productoras y los directores que trabajan con nosotros, que son los verdaderos artífices de hacerlo lucir en pantalla. Es de justicia reconocer a todos los productores y directores que han trabajado con nosotros desde el principio su enorme mérito y el esfuerzo tan grande que han hecho por puro cariño al festival.
¿Cómo suele nacer la idea del anuncio de cada edición?
Solemos empezar a trabajar a partir de un título mítico del que se cumple su aniversario o haciendo un homenaje a una gran temática del cine fantástico. Eso es algo que, lógicamente, viene marcado por la dirección del festival, ya que funciona como el leit motiv de cada edición concreta. Pero también es cierto que, tratándose del festival número uno en el mundo dentro del género, todos los años aparecen ideas que simplemente reivindican la fantasía como una forma de mirar el mundo.
Recuerdo uno de vuestros anuncios de Sitges, cuyo claim era “La realidad nos mata”. Es uno de mis preferidos y sería un eslogan muy apropiado para estos días… Ese anuncio nació en plena crisis económica. A pesar de tratarse de un festival de cine fantástico, ¿soléis fijaros en la realidad del momento como fuente de inspiración o fue casual?
En comunicación, cada vez más resulta aconsejable conectar con las audiencias a través de temas e intereses compartidos. Y un festival que representa el mayor nivel de evasión dentro del mundo del cine, que ya de por sí es el mejor vehículo que existe para la ficción, no puede permanecer ajeno al exceso de realidad que, por desgracia, nos ha tocado vivir últimamente. Pero no es el único caso. Hace ya unos años, y coincidiendo con las elecciones presidenciales en las que muy presumiblemente los americanos volverían a elegir a Bush Jr, hicimos un spot protagonizado por sus votantes en el que glosaban todas las supuestas virtudes del presidente y las razones por las que pensaban volver a votar por él. El anuncio cerraba con la frase “Fantasía, ciencia ficción y otras cosas difíciles de explicar”.
¿De cuál de los anuncios de China para Sitges estás más orgullosos?
Siempre he sentido debilidad por Hombre lobo, aunque es de la época anterior a China. Me parece el anuncio que mejor refleja el equilibiro que solemos buscar entre una idea potente y una puesta en escena de calidad. En ese anuncio se veía cómo un solitario hombre lobo, mientras se aseaba y vestía, se iba despojando progresivamente de su naturaleza sobrenatural hasta convertirse en una persona normal y corriente que recogía su acreditación para asistir al festival junto a su peculiar compañera. La idea se remataba con la frase “Los fans de Sitges no son como los de otros festivales”. Era una historia pensada desde el orgullo de saberte diferente y de reconocerte en otros como tú. Y ya en la etapa de China me siento muy orgulloso, por arriesgada, de la campaña Discover Satanism que hicimos hace un par de años coincidiendo con el 45º aniversario de La semilla del diablo de Polanski. También guardo muy buen recuerdo de Triciclo, el spot homenaje a El resplandor. Tenía muchísimo encanto.
¿Con cuál os habéis reído más rodándolo?
Creo que con Alien encasillado. Era un anuncio rodado en clave de entrevista en el photocall oficial de Sitges. El entrevistado era un actor alienígena azul de un metro escaso de altura, vestido con chaqueta de cuero y pose bastante chulesca. Se quejaba amargamente de que siempre le daban el mismo tipo de papeles de ciencia ficción, aunque a él lo que le apetecía era probar otros registros como la comedia o el drama, al estilo de actores como Robert de Niro. Finalmente se recreaba una escena en las más pura tradición de las películas de juicios de los 40 y 50 en la que se veía a nuestro alien trajeado y totalmente metido en su papel de abogado defensor intentando convencer a todo un jurado. El actor inglés tenía mucha experiencia y había participado en varias películas de género como Willow o Star Wars, aunque no sé si llegó a entender del todo lo que estaba haciendo allí.
¿Soléis asistir al Festival de Sitges? ¿De qué proyección o película vista allí tenéis un mejor recuerdo?
Intentamos escaparnos siempre que podemos. Aunque acabamos viendo menos cosas de las que nos proponemos inicialmente. Al final, hay mucha gente que quieres a la que te apetece saludar.
¿Terror o ciencia ficción? ¿Tus películas favoritas de uno y otro género?
Me inclino por la ciencia ficción. Imposible elegir bien. Pero allá van tres fantásticas y tres de terror, con permiso de Alien o Regreso al futuro: Hijos de los hombres, Blade Runner y 2001. Y El resplandor, El sexto sentido y La semilla del diablo.
Para terminar, en pocas palabras o adjetivos, Sitges es…
Un sitio con un sol maravilloso al que la gente viene encantada para encerrarse en una sala a oscuras.
Todas las campañas de la agencia China para el Festival de Sitges aquí.