Verano en Barcelona. Turismo de sol y playa. Y de cultura; o, al menos, de Modernismo. Agosto es aquella época idílica para millares de turistas que llenan las calles, terrazas y playas de la capital catalana. Sol. Paella. Sangría. La Sagrada Familia. El paraíso. O quizás no tanto. Sin duda, no lo es para millones de barceloneses, y menos aún para Jordi Viassolo, un joven de veinticinco años recién licenciado en criminología que empieza a trabajar como becario en una agencia de detectives del Puerto Olímpico justo al comienzo del mes más caluroso del año.
Allí se quedará de guardia, solo –o casi– durante el largo mes de agosto del título, una época supuestamente tranquila. Pero las cosas se animarán cuando aparezca por la puerta un cliente potencial que asegura que su esposa ha desaparecido en extrañas circunstancias. Podría ser el primer caso real de Viassolo, aunque sus superiores prefieran llamarlo expediente. Un detalle, por cierto, que ejemplifica la distancia entre la idealización del oficio por parte del protagonista y la cruda y pragmática realidad. Este es el punto de partida de No cerramos en agosto (Libros del Asteroide, 2019), primera novela del periodista Eduard Palomares, quien se sirve de Viassolo, un joven millennial, para construir una personal mezcla de novela negra y coming-of-age y, de paso, hablarnos de la precariedad laboral de la Barcelona post crisis. Tampoco se libran de la crítica el turismo masivo, la gentrificación y la corrupción inmobiliaria.
Males de nuestro tiempo que, sin embargo, conforman el marco ambiental de una historia mucho más inspiradora: la de un chaval corriente aficionado a la novela negra –como el autor– y dispuesto a todo para hacerse un hueco en el sector de la investigación privada. En su camino hallará, cómo no, numerosas dificultades pero también la ayuda de un veterano detective, Recasens; homenaje al típico tipo duro, cínico y de vuelta de todo; una suerte de mentor a regañadientes y uno de los mejores hallazgos del libro.
En su primera incursión en la ficción, Palomares despliega un estilo natural, fresco y desenfadado al servicio de un personaje inseguro que deberá superar sus limitaciones en un mundo hostil. Al mismo tiempo, el autor demuestra un buen dominio de los resortes del género, con ecos de Montalbán, Mendoza y Andreu Martín. Todo ello, aderezado con oportunos destellos de humor, (con)fluye en una intriga bien hilvanada que, narrada en primera persona y en presente, engancha desde las primeras páginas. La lectura ideal para este verano (o para cualquier momento del año). Bienvenidos Palomares y Viassolo. Esperemos que esta aventura sea la primera de muchas.
PVP CON IVA 19,95 €
NÚM. DE PÁGINAS 250
EDITORIAL Libros del Asteroide
PUBLICACIÓN 06/2019