Inter Arma. 15-10-2019. Sala Rocksound (Barcelona). Promotor: Noise On Tour
Las conjeturas del azar no dejan de sorprenderme. Primera noche de disturbios en Barcelona tras la sentencia del ‘procés’. Primeros contenedores en llamas en el centro de la ciudad condal. Con este escenario, Inter Arma (en latín, en tiempos de guerra) presentaban su último trabajo, Sulphur English (Relapse Records, 2019), cuya portada resulta casi profética: un violento incendio forestal devora un bosque en Idaho.
Era un día complicado y extraño. En la incombustible sala Rocksound, unas cuarenta personas nos rendimos en cuerpo y alma a la arrolladora descarga sónica de los americanos. Difícilmente clasificables, su música es compleja, una enrevesada amalgama de doom, post-metal, sludge, avant-garde, black y death metal.
‘Citadel’ puso los cimientos de un inabordable muro sónico. Su frontman Mike, que no dejó de moverse ni un segundo y bajó del escenario para cantar casi todo el concierto desde las primeras filas, demostró cercanía añadida a un concierto ya de por sí bastante underground.
Lo de T.J. Childers a las baquetas merece mención aparte. No cesó de aporrear los parches ni un instante, ni para darle unos sorbos a su cerveza entre tema y tema. Andrew al bajo y Steven y Trey a las guitarras complementaron un conjunto cohesionado. Y los allí presentes les acompañamos, headbanging por doquier.
A lo largo de casi hora y media repasaron temas de su último trabajo, que prosigue con coherencia la estela de su anterior álbum, Paradise Gallows, del que también tocaron temas colosales, como ‘Transfiguration’ o el tema homónimo de este disco, de proporciones épicas. Así se fueron sucediendo temas densos, fúnebres y ricamente evocadores, de una pesadez expansiva y progresiva.
Atmósferas impenetrables, lentas y a rebosar de azufre, visiones viscerales con melodías claustrofóbicas… aplastantes. Te introducen, tema a tema, en un trance que resulta inevitable y logran hacer sentir que te están volando todos y cada uno de los sesos, como un disparo en plena sien. Inclasificable pero envolvente viaje. Bastante improbable que dejaran a alguien indiferente.
Y está claro que la escasa afluencia de público no les disuade para volver a nuestra ciudad y ofrecer un buen show (venían de tocar en el Damnation y el Amplifest), ya que en su anterior concierto hace dos años en la sala Salamandra fuimos aún menos los –afortunados- presentes.
Al final, pocos fueron los que no se agolparon en el puesto de merchandising para hacerse con unas copias de sus últimos trabajos o abastecerse de parches y camisetas. Sin duda, Inter Arma lo han vuelto a hacer. Y lo digo con conocimiento de causa (es la tercera vez que les veo en directo). Ya lo vaticinamos en nuestra previa: en directo, resultan genuinamente opresivos. Sencillamente geniales.
Esperamos que sigan dando guerra, y mantengan esta actitud de seguir luchando y devastando mentes con grandes obras con una fuerza innovadora única en el metal extremo como la que presentaron hace unos días.